BUCEO y PASEOS
Maracajaú es un lugar de ensueño que se puede conocer a pie, en cuatriciclo, buggy o caballo. Quince minutos de viaje en lancha o treinta en catamarán son suficientes para que el turista viaje entre dos paraísos: desde la hermosa orilla del mar hasta los arrecifes. Una vez en la reserva de preservación marina se puede optar por hacer un buceo meramente recreativo, usando snorkel y equipo básico, o conocer la fauna y la flora marina más profunda con el buceo de tanque. Muchos turistas aprovechan las excelentes condiciones naturales de los Parrachos para hacer su bautismo (primera práctica de buceo) con los profesionales cualificados que ofrecen las empresas. Las embarcaciones salen de la playa en el inicio de la marea baja y vuelven cuándo la marea comienza a subir, así los visitantes pueden ver los corales cuando la profundidad varía entre dos y tres metros, lo que permite una mejor visibilidad. Los paseos duran cerca de dos horas. Durante la estadía, los turistas también pueden beber y comer brochetas variadas en las bases flotantes y embarcaciones de apoyo que quedan atracadas en alta mar. Por si fuera poco, Maracajaú también ofrece el mejor parque acuático del noreste de Brasil, el Ma-Noa.